¿De qué sirve poder pensar en México?, ¿Quien puede desarrollar las capacidades y habilidades que el mercado exige? Aunque parezca que estas preguntas son disonantes, en el fondo tienen la misma respuesta. Sólo los ricos, los poderosos criollos tienen derecho a pensar. Para qué, para mantener su posición hegemónica.
Hace unos días descubrí que, a pesar de un esfuerzo mínimo o máximo, los estudiantes de las escuelas públicas -sobre todo los pobres, mestizos e indígenas- poco pueden hacer frente a los egresados de las escuelas privadas; generalmente blancos. El estudiante de la escuela pública sólo tiene una opción: aprender a obedecer, aprender a decir que sí, aprender a soportar los agravios de los simpáticos blanquitos que estudiaron administración, aprender la desorganización porque las cosas se hacen de un día para otro y así es el trabajo, aprender algo de computación e inglés para que el blanco se sienta moderno y benévolo con los desiguales.
Los maestros mal pagados de las escuelas públicas -por supuesto que me refiero a los maestros que trabajan hora/clase que son la mayoría- enseñan muy poco, quizá sólo sus frustaciones. Muestran que es mejor tener relaciones públicas que conocimiento, que es mejor no investigar y aprender a hacer algo técnico o hablar un idioma. El blanco necesita amigos -o por lo menos personal de confianza- en su empresa o en el gobierno, así como secretarías.
La vida le exige a los mestizos e indígenas esfuerzos sobrehumanos para poder sobrevivir, muy pocos logran responder como se debe. Benito Juárez es un ejemplo de esos titanes de nuestra raza que lo consiguieron. Al resto nos queda ser rebeldes, cuando el honor de la raza se impone o bien, aprender a mirar el futuro y ser subordinados, así se negocía la desobediencia, se chantajea al blanco para poder hacer ajustes históricos. Pero nadie piensa en quitarles el poder en serio, nadie se atreve a desplazarlos de su posición hegemónica en nuestras sociedades.
No entiendo porque mis alumnos no encuentran las oportunidades necesarias, por qué es más importante saber computación y relaciones sociales que ciencia política. Y, al final, nadie puede demostrar lo contrario. Será que la Universidad Pública es un saber sin poder......
Hace unos días descubrí que, a pesar de un esfuerzo mínimo o máximo, los estudiantes de las escuelas públicas -sobre todo los pobres, mestizos e indígenas- poco pueden hacer frente a los egresados de las escuelas privadas; generalmente blancos. El estudiante de la escuela pública sólo tiene una opción: aprender a obedecer, aprender a decir que sí, aprender a soportar los agravios de los simpáticos blanquitos que estudiaron administración, aprender la desorganización porque las cosas se hacen de un día para otro y así es el trabajo, aprender algo de computación e inglés para que el blanco se sienta moderno y benévolo con los desiguales.
Los maestros mal pagados de las escuelas públicas -por supuesto que me refiero a los maestros que trabajan hora/clase que son la mayoría- enseñan muy poco, quizá sólo sus frustaciones. Muestran que es mejor tener relaciones públicas que conocimiento, que es mejor no investigar y aprender a hacer algo técnico o hablar un idioma. El blanco necesita amigos -o por lo menos personal de confianza- en su empresa o en el gobierno, así como secretarías.
La vida le exige a los mestizos e indígenas esfuerzos sobrehumanos para poder sobrevivir, muy pocos logran responder como se debe. Benito Juárez es un ejemplo de esos titanes de nuestra raza que lo consiguieron. Al resto nos queda ser rebeldes, cuando el honor de la raza se impone o bien, aprender a mirar el futuro y ser subordinados, así se negocía la desobediencia, se chantajea al blanco para poder hacer ajustes históricos. Pero nadie piensa en quitarles el poder en serio, nadie se atreve a desplazarlos de su posición hegemónica en nuestras sociedades.
No entiendo porque mis alumnos no encuentran las oportunidades necesarias, por qué es más importante saber computación y relaciones sociales que ciencia política. Y, al final, nadie puede demostrar lo contrario. Será que la Universidad Pública es un saber sin poder......